Muchas veces oímos decir: “me muevo en auto”, pero ¿qué es moverse, si no es poniendo en funcionamiento nuestro cuerpo? Pensemos juntos.

Hace algún tiempo alguien me ha dicho que quizás debiéramos diferenciar el concepto de transporte del de movilidad, y eso me hizo reflexionar sobre este tema. Si bien pueden parecer decir lo mismo desde lo estrictamente técnico, en la realidad la movilidad está relacionada más con el movimiento físico de las personas que con el transporte.

Las personas se mueven poniendo su cuerpo en funcionamiento, de diferentes maneras, como ser caminando o pedaleando, pero no se mueven en auto, tren o bus, sino que se transportan en ellos, se trasladan usando un medio que por acción de empuje mecánico de un motor hacen que esas personas se trasladen de un lugar a otro.

Resulta lógico pensar que dentro de un auto no nos movemos, no solo porque no utilizamos nuestro cuerpo para hacerlo, sino que es el auto quien nos traslada hacia nuestro destino. Entonces ¿por qué llamar movilidad a algo que no nos mueve, sino que nos transporta?

Por esta razón es que se empezó a utilizar el concepto de movilidad activa, para diferenciarse, pero que en realidad sería una obviedad, ya que al hablar de movilidad en general nos estaríamos remitiendo al hecho de poner nuestro cuerpo en movimiento.

Hoy las ciudades requieren de más espacio para movernos. Mas del 70% del espacio público está destinado al transporte motorizado y principalmente al auto particular, y a raíz de esto no podemos seguir pensando en movilidad si tan solo tenemos apenas el 30% de ese espacio destinado solo para las personas, ya sea para aquellas que caminan como para quienes andan en bicicleta o se mueven en medios alternativos como sillas de ruedas o dispositivos de micromovilidad.

Moverse en auto es un oxímoron”, no es solo una frase descolgada del aire, es una afirmación certera que tiene su propio sustento en la observación del ecosistema urbano que podemos hacer cada uno de nosotros. El auto te transporta de un lugar a otro, es cierto, pero no nos movemos con el, sino que nos trasladamos en el.

Quizás para algunas personas pueda parecer ridículo detenerse en hacer esta diferenciación, pero para quienes se preocupan e interesan en construir ciudades a escala humana es importante pensar en la movilidad como concepto de movimiento y no necesariamente como transporte.

Las ciudades evolucionan y los conceptos relacionados con ellas también, no solo debido al pensamiento activo de las personas, sino a la necesidad intrínseca que nos presenta la problemática del movimiento urbano moderno y en ese recorrido creamos nuevos espacios de reflexión y debate donde se genera una sinergia que ayuda a entender mejor lo que decimos cuando hablamos de movilidad y cuando queremos darle un significado diferente a cada palabra.

Nos movemos accionando mecanismos corporales que nos transportan a algún lugar. Eso es movilidad.

2 comentarios en “Moverse en auto es un oxímoron

  1. Los románticos nos debatimos entre sí la bici me lleva a mi o soy yo el que la lleva a ella. Es un concepto indisoluble. La obra de Fernando Traverso, los stencils de Bicicletas tamaño natural que irrumpieron en distintas paredes de la ciudad de Rosario en la década de los 90 y que aun perdura (Fernando donó la plantilla de stencil a una biblioteca y aún siguen pintando bicis a pedido de instituciones) fue a raíz de un episodio en la última dictadura, no me extiendo con esto porque no viene al caso, más que decir que es un homenaje a un compañero al que se cruzo mientras ataba su bici, le paso por al lado y no lo saludó porque lo estaban siguiendo, a partir de ese día la bici quedó atada esperando a su dueño que nunca volvió, la obra tiene una de las frases más potentes que he escuchado: «Una bicicleta vacía es la materialización de un cuerpo ausente», quiero decir, una bici sin tripulante es algo incompleto, la bicicleta cobra entidad cuando alguien está montado sobre ella. Es un mecanismo que depende de mis músculos. Me muevo por mi esfuerzo y eso me da mucha dignidad, dignidad de estar vivo. Mi relación con el entorno es netamente humana, compruebo con mi cuerpo el poder de una subida, el poder del viento. Pienso que es algo poco atendido esta sutileza, personas que no saben lo que vale una subida o un veinto en contra o una lluvia, personas con sobredosis de omnipotencia, de distorsion de la escala, del esfuerzo y con un gran déficit de ejercicio físico. Hace 100 años que las personas se mueven sentadas, el sedentarismo es responsable de las principales causas de muerte prematura del mundo.
    En Rosario, el 20% de los habitantes se mueven en auto y ocupan el 80% del espacio público. No es difícil llegar a la conclusión de que la humanidad ha modificado radicalmente sus relaciones sociales con la irrupción del auto una propiedad privada que no existe sin el espacio público por el que se mueve. Creo que si pudiéramos detenernos en esto llegaríamos a entender que la lucha cicloactivista no es snobismo, no es frivolidad, no es moda, es la urgencia de enderezar el rumbo en pos de ciudades que nos incluyan a todos. Celebro la LIBERTAD (palabra de moda que no van a vaciar) de movimiento, sin depender de nadie más que de mis músculos y sentidos, celebro mi salud, celebro mi contacto cercano con las personas que me rodean, llamadas conciudadanos…
    La lucha cicloactivista es la lucha contra un estado de las cosas que no es sustentable por muchos motivos, no quiero hacer tan largo el comentario. Reflexiono de manera escrita y celebro sobre todo instancias donde podamos pensarnos como sociedad, a pesar del individualismo. La única solución es colectiva.. saludos Pablo

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    1. Gracias Lucho. Siempre me alegra que cada uno de mis textos genere este ida y vuelta, lo que ciertamente alimenta el pensamiento, el alma. Me consustancio con cada una de tus palabras porque yo también soy un romántico. Abrazo de corazón.

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